11 nov 2013

lunes, noviembre 11, 2013

Estos se concentran en colegios subvencionados y también en los liceos técnico-profesionales.


La Tercera
Las opciones son variadas y acordes con las necesidades de cada colegio. Un constructor civil puede hacer clases de física y un abogado, de lenguaje. Lo cierto es que actualmente hay 7.534 profesionales que se encuentran haciendo clases en los cerca de 12.500 colegios del país, a pesar de que no cuentan con el título de profesor.

Este número representa, según las estadísticas del Ministerio de Educación, un 3,6% de las 207 mil personas que realizan actividades académicas, y pueden estar en las aulas luego de que la Ley General de Educación (LGE) los habilitara en 2009, tras su promulgación.

Paula Pinedo, directora del Centro de Perfeccionamiento, Experimentación e Investigación Pedagógica (CPEIP) del Mineduc, cuenta que “a los profesionales que trabajan como profesores sin ser docentes se les exige que, transcurrido un período de cinco años, para continuar ejerciendo la docencia deberán poseer un título profesional de la educación o acreditar competencias docentes”.

Si esto no ocurre, deberán salir del sistema escolar hasta tener el título idóneo y el primer plazo para su salida comenzaría el 2014.

Hasta antes de que entrara en vigencia la LGE, los licenciados podían hacer clases en los colegios, con autorización de la seremi. Sin embargo, ese permiso se otorgaba sólo por un año y si es que el cupo que debían llenar no se completaba con un titulado de Pedagogía. Y una de las razones que se esgrimió para habilitarlos por más tiempo fue la falta de docentes especializados, sobre todo para ramos como química, física y biología.

En ese momento, el Colegio de Profesores manifestó su rechazo a la autorización, y hoy el presidente del gremio, Jaime Gajardo, señala que esta opción “debilita a la profesión docente” y agrega que la enseñanza que pueden entregar “pone el acento sólo en el conocimiento y no en la formación valórica”.

Quiénes son

La encargada del CPEIP cuenta que, hasta el año pasado, los títulos más recurrentes entre los no docentes fueron los de Sicopedagogía, Contador Auditor, Ingeniería Comercial, Agronomía y Sicología. En 2012, además, el Mineduc informó que el 46% de esos profesionales trabajaba en colegios subvencionados, el 43% en municipales y otro 5% en colegios particulares.

Además, según Educación 2020, de los cerca de 8.600 profesores que enseñaban en 2010 las especialidades en los liceos técnicos, el 48% no tiene el título de Pedagogía. “El superávit de profesores en educación, humanistas, en términos de titulados, en enseñanza técnica no existe. Ni la carrera docente ni las universidades ofrecen alternativas. Actualmente, sólo hay dos programas de pedagogía técnica en universidades”, señala el investigador Carlos Figueroa. Añade: “Cómo podemos pretender tener profesores que hagan docencia en las escuelas técnicas si no tenemos las carreras”.

Agrega que es importante desarrollar las habilidades pedagógicas, por lo cual es necesario ese título profesional.

Algunos resultados

A juicio de Jaime Gajardo, la habilitación de los profesores no tradicionales “no ha resultado mucho, porque hoy la función docente no es muy atractiva”, e indica que tampoco ha habido una mejora en la calidad de la educación, pues “todo el mundo hace el diagnóstico de que se ha estancado”.

Sin embargo, un estudio realizado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) a la fundación Enseña Chile (ver recuadro) sostiene que los alumnos con profesores de ese programa “poseen puntajes significativamente más altos” en subsecciones de la prueba de lenguaje. Un alumno con un docente de ese plan tiene 6,2 puntos más en una prueba estandarizada que un joven con un profesor tradicional. El estudio también estableció que en matemáticas, los alumnos logran 3,1 puntos más que sus pares.

La diferencia también se da en las competencias socioemocionales. Según el informe, los alumnos beneficiarios del programa Enseña Chile presentaron puntajes mayores en pruebas de habilidades sociales y de autoestima.


La experiencia de los profesionales de Enseña Chile

El programa Enseña Chile está basado en el modelo Teach for America y Teach First, y busca que profesionales altamente capacitados trabajen durante dos años en colegios vulnerables del país.

Tomás Recart, director ejecutivo de la iniciativa, que está activa desde 2008 en el país, señala que para preparar a los profesionales “tenemos una formación de 480 horas, y una universidad que entrena a licenciados y titulados (...) les da 420 horas de educación”. Dentro de esas horas, especifica, hay instrucción lectiva, “lo cual nosotros consideramos un factor muy importante”.

En el último proceso de postulación llegaron 1.387 solicitudes, de las cuales sólo 99 fueron aceptadas, luego de pasar varios tests. En 2012 fueron 126 los que hicieron clases.

Según estadísticas de la iniciativa, el 36% de los profesionales que estuvieron haciendo clases en las escuelas se queda en esa posición. Para ello, se cuenta con un convenio con la U. Mayor para que los profesionales saquen la carrera de Pedagogía. También hay convenios para perfeccionamientos en el área de dirección de colegios.

Además, según cuenta Recart, hay un grupo importante que está trabajando con educación, “desde una ONG, un emprendimiento o en el gobierno”.

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