9 dic 2013

lunes, diciembre 09, 2013

En marzo de 2014, las instituciones de educación superior técnica comenzarían a ser evaluadas por un nuevo sistema de acreditación. Actualmente, las universidades y los centros de formación son observados bajo los mismos criterios. Desde hace 7 años, este sector estaba advirtiendo que la Comisión Nacional de Acreditación “estaba en deuda” porque la ley de aseguramiento de la calidad “estipulaba la creación de términos diferenciados desde un principio, pero no se hizo”.


Diario Uchile
La Comisión Nacional de Acreditación (CNA) comenzó un trabajo que busca concretar los cambios en el sistema para las instituciones técnicas. En la actualidad, universidades, institutos profesionales y centros de formación técnica (CFT) son evaluados con las mismas orientaciones.

La propuesta inicial desde la CNA contempla dos áreas que serían obligatorias: gestión institucional y docencia de pregrado. Pero los contenidos de fondo de ambos requerimientos están pendientes.

Rodrigo Cerda, presidente del Consejo Nacional de Instituciones Privadas de Educación Superior (Conifos AG), aseguró que “ante estos dos temas se van a citar a unos talleres para analizar los criterios sobre la viabilidad de las instituciones”.

A la salida de una reunión con representantes de la Comisión, Cerda manifestó que se dio “un compromiso de realizar a más tardar en enero un encuentro con los encargados técnicos de las instituciones para definir la pauta de evaluación”.

“Valoramos este esfuerzo. Como pauta de evaluación, se aplicaban criterios que no tiene que ver con la finalidad de los CFT, que es formar personas con competencias para un pronto desarrollo laboral, sin pauta asociada a investigación, que es lo que prevalece en el análisis de las universidades”, declaró.

Los Centros de Formación Técnica cuestionan que las evaluaciones consideraran contar con una biblioteca, libros dependiendo del número de matrícula, académicos con doctorado, investigación y docencia de posgrado. Aseguran que son requerimientos que se escapaban de sus objetivos.

Rodrigo Cerda agregó que otra materia fue tratada en este encuentro y que produce preocupación: el informe de una consultora que estaría teniendo un peso significativo y por sobre las pautas que entregan los pares evaluadores. “Es un tema que salió con mucha fuerza y alerta porque los criterios son propios de una industria que se transa en el mercado en busca de utilidades y que ése no es el caso de las instituciones de educación que tienen otro giro, hay que definir en conjunto las pautas de evaluación de la acreditación”, aseguró el representante.

Carlos Figueroa, investigador de Educación 2020, manifestó que este tema es urgente para aclarar el escenario de los interesados: “En el contexto actual, se hace con mucha prisa lo que tenga que ver con educación técnico-profesional, sin hacer cosas tan buenas. La prisa llevó a la entrega de recursos a instituciones no acreditadas, lo que surge de la presión de esas entidades para acceder a esos recursos. Es necesario dar urgencia a una regulación más estricta”.

Figueroa concluyó que esta área tiene muchos objetivos pendientes, y que “en los últimos 40 años hay un abandono descarado de la educación técnica. Las políticas van para la educación científico humanista, por lo que es importante que se discuta el tema, que se hagan cambios que tanto han esperado esas instituciones, pero siempre teniendo en cuenta que los estándares de calidad tiene que ser altos”.

Según los datos de la CNA, hay 17 centros de formación técnica acreditados, cuatro no fueron aprobados y 38 no se han presentado al proceso.

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