5 dic 2013

jueves, diciembre 05, 2013

Los estudiantes entregaron una carta en el Mineduc donde afirmaron que la prueba no toma en cuenta las características integrales de los alumnos y que en ella se reflejan las diferencias metodológicas, de infraestructura y culturales del país.


Soy Chile
Centros de alumnos y consejeros de diferentes carreras de la Pontificia Universidad Católica (PUC), junto a la presidenta de la Feuc, Naschla Aburman, realizaron esta tarde una manifestación en el frontis del Mineduc, donde entregaron una carta dirigida a la titular de la cartera, Carolina Schmidt, pidiendo el fin de la Prueba de Selección Universitaria (PSU) argumentando que "no es una herramienta predictiva válida y refleja la estandarización y segregación de nuestra enseñanza".


Unos 50 estudiantes, hombres y mujeres, portaban carteles en que mostraban los bajos o altos puntajes que obtenían en la PSU dependiendo en qué establecimiento habían egresado.

Luego, dieron vuelta las pancartas en las que aparecía escrito el nombre de cada uno de ellos.

La declaración que entregaron en la oficina de partes del Ministerio de Educación expone que la PSU "es estandarizadora porque nos clasifica según un puntaje y nos asigna características según éste, sin considerar el aspecto integral de los estudiantes. En este sentido las diferencias que se encuentran en el aula: metodologías e infraestructura y las diferencias culturales a nivel país, se reducen al éxito de una institución educacional en esta prueba".

El escrito plantea también que dicha prueba "refleja la profunda desigualdad de nuestro sistema educativo, que se rige por lógicas de competencia, y evidencia que los estudiantes con mejor condición socioeconómica obtendrán los mejores resultados. La educación es un proceso vital y hoy no responde a los intereses de cada estudiante, sino más bien a un sistema sumamente inhumano ya implantado".

La nueva presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica (FEUC), Naschla Aburman, dijo a los periodistas que la PSU "ha tenido cambios importantes en su batería de preguntas, pero nuestra manifestación lo que busca es que entendamos que las personas que dan la PSU año a año somos personas integrales, que no somos un puntaje y que nuestra educación debiera apuntar a esa integralidad que nos caracteriza como personas y no fomentar la competencia entre instituciones".

"Acá -añadió Aburman- lo que tratamos de hacer (con esta manifestación) es demostrar de que detrás de cada 500 puntos, de 450 puntos, u 800 puntos, hay una familia entera que tiene los sueños y los esfuerzos económicos puestos en una persona; hay sueños individuales que no se cumplen porque esta prueba no los evalúa ni los mide. Hay interés de una formación integral que nos acoja, que nos interprete y eso no ocurre en nuestro sistema educativo. Esta prueba no ha hecho más que reflejar la profunda desigualdad que existe en nuestro país, no hace más que reflejar el bolsillo de nuestras familias y no las capacidades o habilidades que tengamos como personas individuales", dijo la presidenta de la FEUC.

Respecto al ranking de notas, Aburman manifestó que "este es una herramienta mucho más predictiva y mucho más válida que la PSU; tenemos que avanzar en seguir complejizándolo, aumentar más variables, y esa es la discusión que tenemos que dar. No es eliminar la PSU porque alguien se le ocurrió, porque es un capricho, no, aquí estamos hablando de generar una discusión que es necesaria, de avanzar a un mejor sistema y si eso implica que la PSU tiene que desaparecer, bienvenido sea. Aquí hay un fin mucho más grande que un capricho estudiantil; aquí hay familias detrás, hay sueños detrás y hay una desigualdad que está reflejado en una prueba", añadió la presidenta de la FEUC.

Sostuvo que un cambio de la PSU, implica "seguir avanzando en la inclusión del Ranking de Notas, avanzar en una discusión donde estemos todos, que esta no sea una decisión que se tome entre cuatro paredes, por un grupo de expertos, que experto tienen poco en la experiencia en el sistema educativo, esto es parte de la reforma que estamos pidiendo; tiene que ver con el SIMCE, tiene que ver con todas las pruebas estandarizadas que hemos venido criticando desde hace mucho tiempo", añadió la presidenta de la FEUC.

Aburman finalizó señalando que una prueba de admisión "no puede ser reflejo de cuánto dinero tienen mis padres, eso es profundamente injusto, pero profundamente real y eso es lo grave que está en discusión".

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