26 dic 2013

jueves, diciembre 26, 2013

Durante la última década, Chuquicamata pasó de ser un símbolo de la extracción cuprífera en Chile a una de las divisiones que genera menores ingresos para Codelco. Para trabajadores y expertos, una seguidilla de malas decisiones y la inexperiencia de la plana directiva han agudizado esta situación, la que también refleja la crisis generalizada de Codelco.


Diario Uchile
Por años, Chuquicamata fue el símbolo de la extracción minera cuprífera en nuestro país. “La mina a tajo abierto más grande en el mundo” era el emblema de la estatal Codelco, con el cual se jactaba ante el mundo del poder de esta empresa en el mercado del cobre.

Pero durante la última década las cosas han cambiado, Chuquicamata hace años que no otorga ingresos considerables a Codelco y básicamente los excedentes se distribuyen en costos de producción y laborales.


De hecho, actualmente Chuquicamata representa sólo el 2% de las utilidades de Codelco, a septiembre de este año ha ganado 15 millones de dólares, una cifra baja comparada con otras divisiones e incluso durante 2012 acumuló pérdidas por 233 millones de dólares.

Para colmo, durante las últimas semanas ha debido enfrentar una movilización de los trabajadores de la Fundición de Concentrados, precisamente por la incertidumbre que provoca el futuro de la mina.

Para los trabajadores, las razones de la debacle de Chuquicamata se explicarían por dos cosas: Primero, la caída de la ley del mineral de cobre, lo cual ha obligado a extraer una mayor cantidad de material para conseguir el metal y segundo la mala administración de Codelco en los últimos años.

El presidente del sindicato de supervisores de Codelco Norte, Duncan Araya, detalla algunas de las malas decisiones que a su juicio ha tomado esta administración y que han incidido en la baja producción de Chuquicamata.

“Ahí se cometieron los peores errores que Codelco ha cometido en su historia, se tomaron decisiones con el horno flash, que es el que saca la mayor producción de cobre concentrado, la que funde mayor cantidad de material. Tomaron tan malas decisiones que estuvo casi un mes parada, las mantenciones programadas no las hicieron y obviamente que cualquier instrumento que no se le hacen las mantenciones tiende a destrozarse. Y eso pasó con el horno flash, que es una pérdida importante: se gastaron cerca de 45 millones de dólares en producir cobre en la fundición de concentrado”, explica.

Los trabajadores acusan que los ejecutivos que encabezaron la minera en los últimos años carecían de la experiencia necesaria para el cargo.

“La gente que llegó a Codelco en esta administración es gente inexperta que ha tomado muy malas decisiones, que hoy día se están yendo. Es increíble, pero hoy día se están yendo. Tomaron muy malas decisiones y lo que complicó definitivamente fue una caída de la producción, porque nosotros hoy día tenemos buen mineral, pero se han tomado malas decisiones”, insiste Duncan Araya.

Además, existe otro problema: la fragmentación de las distintas divisiones que anteriormente conformaban el llamado “Distrito Norte de Codelco”, lo que ha derivado por ejemplo en que minas como Ministro Hales o Radomiro Tomic, que no poseen plantas fundidoras, no puedan procesar el metal en nuestro país y deban vender el Cobre sólo como concentrado.

A juicio de los trabajadores, esta pérdida de sinergia ha redundado en una caída de la producción de las divisiones de Codelco Norte.

Para el economista experto en minería, Julián Alcayaga, existe otro problema que afecta a la producción de Codelco, que es el cambio en la estrategia de extracción.

“Pero además el otro problema es la baja de la producción en Chuquicamata es el cambio de explotación de cielo abierto a mina subterránea, han dejado de trabajar la mina por arriba y se han preocupado simplemente de tratar de empezar la producción por abajo, como subterránea. Y han dejado abandonado trabajos, han despedido a mucha gente en Chuquicamata y esa es una de las razones por las cuales su producción baja”, afirma

Para Alcayaga, la situación de Chuquicamata es un reflejo de la crisis de Codelco, que se manifiesta en la caída de los excedentes que la cuprífera estatal ha venido experimentando durante los últimos años.

“Los gastos totales de todo Codelco el año 2012 fueron 2.000 millones de dólares superiores al año 2007. Y 2.500 al año 2006. Es decir, es un aumento de un 20 o 25% solamente, no es un aumento catastrófico. Lo que aquí ha ocurrido es una caída de los ingresos espectacular y por eso se explica que los excedentes de Codelco hayan pasado de 9 mil millones de dólares el año 2006 y 2007 a 3 mil millones”, revela.

Los consultados concuerdan en que la única forma de cambiar la actual situación de Chuquicamata y de Codelco en general, es cambiando a la actual plana directiva de la cuprífera, en particular a su presidente Thomas Keller.

Durante este fin de semana en tanto, los trabajadores de la fundición de concentrados de Chuquicamata llegaron a un acuerdo con la empresa para terminar con el paro que se extendió por poco más de dos semanas.

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