16 ene 2014

jueves, enero 16, 2014

Entre dirigencias estudiantiles miran de reojo el rol que jugarán las juventudes comunistas este año, al ser parte del gobierno de Bachelet. Ellos aseguran que mantendrán la independencia, pero también que apoyarán las reformas estructurales de la presidenta.


El Dínamo
“Existen profundas diferencias programáticas con el programa de Michelle Bachelet”. Fue lo primero que dijo Melissa Sepúlveda después de la primera sesión de la Confech del año.

El 2014 no será como los últimos años. No solo hay un nuevo gobierno, sino que también hay un programa que asegura recoger las demandas que los estudiantes han planteado el último tiempo. Y no es solo eso. El PC -uno de los grandes impulsores de las movilizaciones del 2011 desde las Juventudes Comunistas (JJ. CC.)- será parte del gobierno y también continuará continuará teniendo presencia dentro de la Confech.


La Confech actualmente está compuesta por 44 federaciones de estudiantes, cada una con derecho a un voto. Las vocerías y coordinación de la organización está a cargo de la Mesa Ejecutiva, compuesta por nueve federaciones correspondientes a la universidad Arturo Prat, de La Serena, de Valparaíso, la Federico Santa María, de Chile, la Católica, del Bío Bío, de Concepción y de la U. de la Frontera.

De estas, solo las casas de estudio de la Arturo Prat de Iquique, la de La Serena, del Bío-Bío y de Concepción no han elegido todavía a sus representantes para el año 2014. Se espera que todas lo hagan entre marzo y abril del próximo año.

Un análisis al panorama actual permite asegurar que la Confech va a mantener sus las correlaciones de fuerzas de los últimos años.

Si bien las Juventudes Comunistas son el conglomerado con mayor representación, en 10 federaciones, si se suma la fuerza del Frente de Estudiantes Libertarios (FEL), la Unión Nacional Estudiantil (UNE) con otros sectores de la llamada izquierda “de intención revolucionaria” como el FUR, el MUI y otros, este bloque consigue 17 votos. Esto sin considerar a movimientos menos radicalizados como la Izquierda Autónoma, el NAU y el GOU (de la Federación de la Universidad Alberto Hurtado), con los que serían 23 las federaciones que -en principio- se manifiestan como opositoras al programa de Michelle Bachelet.

La Nueva Mayoría en la  Confech
El que en marzo será el conglomerado de gobierno ya aseguró presencia en las discusiones estudiantiles del próximo año. A las federaciones de las JJ.CC., que son principalmente de universidades privadas, se suma la Universidad de Magallanes, vinculados a las Juventudes Socialistas.

Pese a a que el compromiso de los partidos es velar por el cumplimento del programa de Michelle Bachelet, los dirigentes estudiantiles aseguran que mantendrán su independencia dentro del espacio de la confederación. “Vamos a apoyar propuestas en la dirección de consolidar las reivindicaciones sociales planteadas por el movimiento estudiantil. Si hay un proyecto que contemple educación gratuita, fin al lucro, como Juventudes Comunistas evidentemente lo vamos a apoyar. Por el contrario, si hay proyectos que buscan reivindicar las criticas al sistema de educación, vamos a manifestar rechazo y no vamos a tener problemas en movilizarnos” afirma Cristián Andrade, encargado de Educación Superior de las JJ.CC.

Para Nicole Cardoch, de la Dirección Nacional Universitaria de las Juventudes Socialistas, el programa de Bachelet sí representa los cambios por los que el movimiento estudiantil ha venido peleando. “Nosotros estamos por los cambios estructurales. Vemos que en el programa de la presidenta Bachelet sí hay puntos que reflejan la necesidad de esos cambios estructurales y vamos a estar de acuerdo y apoyando los puntos, así como cualquier otra iniciativa ya sea desde el Congreso desde los movimiento, que se vea que es un acción para avanzar en la educación publica gratuita y de calidad”, señala.

Consultada sobre el rol que jugará la JS en la Confech desde la Universidad de Magallanes, agrega que “nosotros más que defender o no un programa, vamos a defender los cambios que creemos necesarios”.

Desde las JJ. CC. también advierten sobre posibles rechazos al gobierno de Bachelet de parte de otros sectores del Confech: “El movimiento estudiantil no puede transformarse en una fuerza reaccionaria, que se niegue a toda iniciativa en virtud a la procedencia que tenga. Es decir, ‘todo proyecto que levante el Gobierno, independiente que vaya en beneficio del movimiento estudiantil, se rechaza solo porque viene del Gobierno’. Eso sería el elemento principal para ser utilizado por la derecha. Creo que no se va a actuar de esa forma, pero si se actúa de esa manera, nosotros vamos a buscar mostrar una posición distinta”, asegura Andrade.

El hecho de que el Partido Comunista vaya a ser parte del gobierno es mirado con cautela por el resto de la Confech. Si bien todos aseguran que lo primordial es la unidad del movimiento y que un quiebre dentro de la organización no es beneficioso para nadie, desde el bloque más ‘revolucionario’ muestran sus reparos a lo que puedan hacer las JJ.CC.

Francisco Sainz, ex presidente de la Feuah (Alberto Hurtado) y coordinador político del FEL de la Región Metropolitana asegura que “el programa de Bachelet no tiene profundidad, queda corto y es ambiguo. No rompe con la lógica neoliberal. Todas estas disputas van a ser dentro de la Confech, en las asambleas locales y ahí estamos seguros de tener la fuerza suficiente para levantar movilizaciones. Si la izquierda se mantiene unida es posible ganar la disputa de conducción del movimiento a la Juventudes Comunistas”.

Por su parte, Luna Rojas, coordinadora política en la Región Metropolitana de la UNE -movimiento que tiene mayoría dentro de la Mesa Ejecutiva hasta ahora- también mira con preocupación lo que pueda hacer la tienda comunista. “Se conoce desde años anteriores que, estando la Concertación en el gobierno y el teniendo el PC algún tipo de relación con ese conglomerado, existe un proceso de desmovilizaciones que aplican las Juventudes Comunistas dentro de federaciones en que están. Tienen otras estrategias y despliegues que no coinciden con el otro sector de la izquierda que busca que el debate de la educación no se institucionalice”, señala.

Alianzas y estrategias
Una fuente dentro de las Juventudes Comunistas asegura que la Confech no es un espacio homogéneo y que hay muchas diferencias entre los distintos movimientos. Distingue entre los que están dispuestos al diálogo y y los cerrados a cualquier tipo de relación con la institucionalidad. En ese sentido, asegura que tienen posibilidad de llegar a acuerdos y encontrar mayores cercanías con la Izquierda Autónoma y con la Nueva Acción Universitaria (Feuc) que con otros sectores.

Una alianza de ese tipo cambiaría la correlación de fuerzas dentro de la Confech, dada las 6 federaciones que pueden aportar los autónomos y el NAU. Sin embargo, Marco Velarde, presidente de la Federación de la Universidad Central le pone paños fríos al asunto: “Hoy día como Izquierda Autónoma, desde la posición que nos entrega el movimiento estudiantil, debiéramos estar más cercano al FEL y la UNE porque ellos han distinguido que para conseguir los cambios en materia de educación no hay que sentarse con un gobierno que anteriormente ha tenido prácticas neoliberales, sobre todo en educación, entonces evidentemente con ellos nosotros queremos avanzar este año y los próximos”. El dirigente también asegura que no hay un corte de diálogo con la ‘Jota’ ya que  son una fuerza importante dentro del movimiento estudiantil y que por eso “no debieran estar en las ambigüedades del programa de Bachelet sino en las definiciones que han venido del movimiento estudiantil”.

Lo que marca un precedente dentro de las relaciones de los distintos movimientos es la situación que se vivió en Valdivia, en la Universidad Austral. Si bien la Izquierda Autónoma ha sido criticada en la Confech por su indefinición de pertenecer o al bloque “reformista” o al “revolucionario”, en dicha casa de estudios presentaron una lista junto al FEL y la UNE que obtuvo la victoria por amplia mayoría.

“Eso tiene que ser un precedente para la izquierda chilena, que tiene que saber unir fuerzas hoy día para poder combatir a las fuerzas hegemónicas y neoliberales que gobiernan este país. Si nosotros queremos hoy día generar los cambios y las transformaciones necesarias para que los derechos sociales sean garantizados la izquierda necesita unirse”, señala Marco Velarde.

De todas las federaciones de estudiantes dentro del Confech, solo dos serían cercanas a la derecha: la de la U. de Talca y de la Diego Portales. Las dos debiesen tener nuevos representantes, pues su período culmina en marzo-abril.

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